En el Gabinete Técnico Roberto Moratal, Estudio de Arquitectura en Gandia, somos unos apasionados del diseño y las nuevas tendencias. Nos preocupa ofrecer siempre a nuestros clientes ese valor añadido que buscan en nosotros, ese toque de elegancia, modernidad y vanguardia que junto a nuestra contrastada experiencia profesional, les garantiza un resultado a su plena satisfacción, ya sea en Proyectos de Obra Nueva, Rehabilitaciones de Edificios, Fachadas y Viviendas, o cualquier otra actividad.
Permanentemente estamos investigando sobre nuevos materiales, acabados, tendencias, etc, que luego aplicamos en nuestras proyectos. Por esta razón, queremos a través de nuestro blog, informar a nuestros seguidores, de todos aquellos proyectos que nos llamen la atención y que seguramente harán las delicias de todos los amantes de la arquitectura y el diseño.
En este primer artículo, viajamos al continente americano, existe un lugar en los Estados Unidos, donde Utah, Colorado, Nuevo México y Arizona confluyen, y en el cual encontramos uno de los paisajes más espectaculares del sur de norteamerica, se trata de Amangiri, un valle desértico donde encontramos profundos barrancos y grandes mesetas.
Su entorno montañoso, formado durante el periodo Triásico (hace unos 200 millones de años), cuando aun la tierra se encontraba reunida en un sólo continente (Pangea), presenta hoy un aspecto misterioso, gracias al trabajo lento y silencioso de la erosión. En este lugar sagrado para los indios hopis y los navajos, se enclava un hotel de 34 habitaciones agrupadas en dos alas que se extienden de norte a sur desde el edificio de zonas comunes. La estructura forma una curva acompañando a la base de la montaña, abriéndose al exterior mediante terrazas individuales.
Los materiales utilizados en el proyecto, buscan la perfecta integración con el entorno. El exterior está definido por muros de hormigón armado de tonos terrosos y ocres, se dejan vistos, y las carpinterías de madera local completan los huecos de la fachada. En el interior predominan los revestimientos de piedra local. El conjunto resalta con detalles pintados en tonos rojos suaves, que evocan los colores ceremoniales de los indios navajos, dando así cuenta del pasado del enclave.